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jueves, 14 de enero de 2010

Por Haíti

velas Pictures, Images and Photos
Una Luz que oriente un pueblo
sumergido en el dolor y en el desaliento,
Dolor que envuelve al Pueblo Haitiano.
Dolor intenso que no hay quien pueda mitigarlo,
no hay palabras posibles que logren en este instante mitigar ese dolor,
esas perdidas humanas,
esos sueños que se mantenían vivos en la cotidianidad
no hay paños tibios en la frente,
no hay medicina alguna que calme el dolor de ese momento.

Desde mi espacio me uno al dolor de cada Uno de los que sobreviven
inmersos en esta tragedia
Una oración por aquellos que perecieron
Una palabra de condolencia a un Pueblo
que aún deambula en medio de esta tragedia.

María Lasalete Marques ®

jueves, 7 de enero de 2010

El Amor...Don Divino


El amor es muy poderoso, un bien grandioso y completo.
El amor aligera toda carga, y suaviza los lugares ásperos.
Aguanta cualquier cosa difícil como si nada,
y convierte la amargura en algo dulce y aceptable.
Nada es mas dulce que el amor, Nada es mas fuerte,
Nada es mas alto, Nada es más ancho,
Nada es más placentero,
Nada es mas lleno y mejor en el cielo o en la tierra,
Pues el amor es nacido de Dios.
El amor vuela, corre y brinca de gozo.
Es gratis y sin restricción.
El amor no conoce limites,
pero fervientemente trasciendo toda atadura.
El amor no siente la carga, no toma crédito por su esfuerzo,
E intenta hacer cosas mas allá de sus fuerzas.
El amor no ve algo como imposible,
Pues se siente capaz de lograr todas las cosas.
Es extraño y efectivo,
Mientras que aquellos que no lo tienen desmayan y fracasan.
El amor no es inconstante ni sentimental.
Tampoco pone su empeño en vanidades,
Como flama viva y como antorcha ardiente.
Se mueve hacia arriba y con seguridad sobrepasa cualquier obstáculo.
(Tomás Kempis

viernes, 15 de mayo de 2009

Creer en Dios

Qué significa creer en Dios

Se habla a veces de manera tan superficial sobre las cuestiones más importantes de la vida, y se opina con tal ignorancia sobre la religión, que se hace necesario aclarar, incluso, las cosas más elementales. Por ejemplo, ¿qué significa creer en Dios?

En el lenguaje ordinario "creer" puede encerrar significados bastante diferentes. Cuando digo "creo que lloverá", quiero decir que "no sé con certeza , pero sospecho, intuyo.. que lloverá". Cuando digo "te creo" estoy diciendo mucho más: "me fío de ti, creo en lo que tú me dices". Si alguien dice, "yo creo en ti", está diciendo todavía algo más: "yo pongo mi confianza en ti, me apoyo en ti". Esta expresión nos acerca ya a lo que vive el que cree en Dios.

Cuando una persona habla "desde fuera", sin conocer por experiencia personal lo que es creer en Dios, piensa, por lo general, que la postura del creyente es, más o menos, ésta: "No sé si Dios existe, y no lo puedo comprobar con certeza, pero yo pienso que sí, que algo tiene que existir". De la misma manera que uno puede creer que hay vida en otros planetas, aunque no lo pueda saber con seguridad.

Sin embargo, para el que vive desde la fe, "creer en Dios" es otra cosa. Cuando el creyente dice a Dios "yo creo en Ti", está diciendo: "No estoy solo, Tú estás en mi origen y en mi destino último; Tú me conoces y me amas; no me dejarás nunca abandonado, en Ti apoyo mi existencia; nada ni nadie podrá separarme de tu amor y comprensión". Esta experiencia del creyente tiene poco que ver con la postura del que opina "algo tiene que haber",. Es una relación vital con Dios: "Yo vengo de Dios, voy hacia Dios que es sólo amor".

Por eso, para creer, lo decisivo no son las "pruebas" a favor o en contra de la existencia de Dios, sino la postura interior que uno adopta ante el misterio último de la vida. Nuestro mayor problema hoy es no acertar a vivir desde "el fondo" de nuestro ser. Vivimos por lo general, con una "personalidad superficial", separados del "fondo".

Y esta pérdida de contacto con lo más auténtico que hay en nosotros nos impide abrirnos confiadamente a Dios, y nos precipita en la soledad interior.

Lo triste es que este vacío que deja la falta de fe en Dios, no puede ser sustituido con nada. Podemos hacer que nuestra vida sea más agradable poniendo en marcha algunos resortes sicológicos. Pero nada puede aportar la estabilidad y salud interior que experimenta el creyente: "Mi pasado pertenece a la misericordia de Dios, mi futuro está confiado a su amor, sólo queda el presente para vivirlo de manera agradecida".

Según el relato evangélico, unas gentes se acercan a Jesús con estas palabras: "Sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad." Esa debería ser hoy una de nuestras tareas: ser sinceros y ayudarnos unos a otros a descubrir el verdadero "camino de Dios".

J.A. Pagola

lunes, 10 de noviembre de 2008

Hablando con el Padre.....

Muchos dirían hablando con Dios, así le llaman, yo prefiero llamarle Mi Padre celestial, y si no me equivoco en el 99,9 % en la Biblia, una y otra vez Jesús, repite El Padre. No mi Padre, sino El Padre.
Cuando le miro desde ese vinculo, puedo entender que nada de malo ocurre en mi vida porque el así lo haya querido o permitido.
¿Que Padre o Madre desean tragedias para quienes más aman en la vida? Igual con las cosas buenas, también considero que no están destinadas por él.
Tengo la certeza personal que en ese instante en el cual fui creada, y colmada de su divinidad, me hizo libre en mí caminar.
La vida, la cual siento como el largo camino que debo recorrer, me dio la libertad de vivirla de la manera que yo deseo, solo me dio la llave de ser plenamente feliz.
Un camino envuelto, en la creación más bella, llamada Naturaleza, dónde sólo el hombre tiene la potestad de preservarla o destruirla.
Así en mi caminar voy tropezándome con personas que me van dando lo mejor o lo peor de ellas mismas, y en ese constante intercambio de experiencias, voy atesorando mi gran aprendizaje de vida. Llegaran personas que me hayan enseñado a crecer otras me harán sentir mal, o bien. Unas podrán herirme, lastimarme, o me harán sonreír. Por ello y ante cada situación dependiendo del como enfrento las mismas, se va tejiendo mis mundologías.
Voy cosechando lo que voy sembrando por el camino, y eso solo depende de mí, de mis aciertos, torpezas, constancia, obtendrá mis éxitos o fracaso, y en los triunfos me sentiré realizada de haber logrado mis metas, mis objetivos.
De mis tropiezos aprenderé, si observo con mesura, a meditar, pensar que paso, los porque, los motivos por los cuales ocurrió lo contrario a lo planeado, ellos serás indiscutiblemente mis lecciones de vida.
Un niño de la calle, no esta en ella porque El Padre celestial lo quiso. Ese niño nació de unos Padres que deberían velar por el, y que permitieron que ese niño duerma envuelto en periódico por las calles.
Somos los responsables únicos de nuestros males, y solemos cómodamente culpar a Dios de ellos.
Dios me dio la capacidad para ser El mejor, las herramientas para ser El mejor, sólo depende de mí dar lo mejor de mi en cada cosa que hago para ser realmente El mejor en lo que hago.
Cuando me siento reposada al final del día le digo a mi Padre Celestial, que agradezco el hermoso día que viví, por cada persona que junto a mi compartió aunque sea una sonrisa, una palabra, un afecto.
Hablo con él no con una oración aprendida de memoria, repetida generación tras generación, pero si con las palabras que suelo usar, con frases tan comunes como mi lenguaje abraca. Si suelo pedirle consejos, cuando le digo que sueños pretendo realizar y que me ayude a vislumbrar en mi interior si es lo mejor para mí y si el como lo voy hacer es la mejor opción. Y como mi padre terrenal me diría el de igual manera, si eso te realiza como persona, no dudes en hacerlo, si eso no lastima a nadie hazlo. Si es tu única salida no tengas miedo entonces, pero siempre será tu decisión la que cuente.
Y al hacerlo debemos estar conscientes que somos parte de un cadena que al alterar su orden natural influenciaremos el devenir de los acontecimientos…..

jueves, 23 de octubre de 2008

Tú verdad y la mia lindan en el Amor Universal.....

Con el paso de los años, uno va descubriendo que la religión es el Opio del mundo, seguramente es algo de no dudar, pero el porque lo es, es la gran diferencia al mantenernos en un estado de éxtasis constante.
Yo siento que el ser humano, siempre ha sido un ser unido a una esencia espiritual que la busca por doquier, pues siente el halo de lo que lo eleva al infinito.
No soy de las que se ciega ante la única verdad muy discutible por cierto.
Un indio en medio de la selva cree en la luna y en el Sol las veneras y los une a sus arraigos, tradiciones y a ellos bendice por la luz, por lo que ellos siente que les brinda. La madre naturaleza constituye su esencia divina.
Miles de Humanos, buscamos desesperadamente a esa deidad que nos mime en lo mas mínimo, a ella le pedimos, le agradecemos y en ella confiamos, a pesar de muchas veces no ser lo suficientemente cónsonos con nuestros principios y acciones.
Cuando me detengo a oír la diversidad de las formas como se le llama, me doy cuenta que existe pluralidad, más una solo verdad y ella esta en ese Amor Universal que nos vuelca a los demás.
Esa humanidad divina que nos hace estremecer ante alguien que suplica, nos hace extender la mano ante un necesitado, nos hace llorar ante el dolor, Y nos cuestiona ante la muerte.
Esa creo que es la esencia real del hombre, y que solo logra ser entendida bajo la premisa del Amor.
Existe una gran diversidad de religiones en el mundo, todas ellas bajo la misma premisa,
Pero la gran verdad que he podido encontrar es creer que soy parte de esa deidad, pues en un soplo infundió en mi su esencia, nos creo a su imagen y semejanza, nos dio el poder de realizar sus mismas obras, somos parte de el, y el es parte de nosotros.
Miles de personas con vidas en la santidad, logran grandes hazañas, tal vez ellos sean los verdaderos ejemplos de esa frase del Génesis.
Ellos han vivido una vida entregada a los demás, han hecho lo material a un lado y puesto en el lugar preciso para que eso sea el con que ayudar, mas no el para que vivir.
No es lo mismo poseer bienes para disfrutarlos, a tenerlos y poder ayudar.
Una vez leí a Dalai Lama, jamás cuestiona la veracidad o no de lo que creemos, más si el compromiso asumido en lo que realmente creemos.
No importa el nombre con que lo llamemos, lo importante es saber que esa deidad es nuestro Padre en esencia divina, que somos parte de él, y que jamás debemos ser distintos a lo que realmente creemos, así reflejamos lo que somos.

Que mis acciones jamás sean distintas a mis palabras, y que siempre sea con los demás lo que anhelo sean conmigo. Saber que soy parte de un todo me hace ser responsable de o que jamás hice que debí haber hecho, eso nadie lo hará por mí. Y quedará ese vacío sin esencia ni razón. Llamemos a eso nuestra misión de vida.

martes, 27 de mayo de 2008

Un nacimiento cargado de emoción....

Nací un día importante, un día dónde el mundo entero se viste de gala, y en celebración jubilosa.Creo que no fue por casualidad que naci ese día. Pero en el pasar del tiempo he comprendido la razón, y el porque.
Unos emigrantes en tierras ajenas, sin dominio del idioma, mi padre Alberto Marques de mano a su amada esposa Florinda Días, muy tempranito, aún el Sol dormía, fueron a la Maternidad Concepción Palacios en la Ciudad de Caracas-Venezuela, con el temor en el alma de que los médicos no asistieran a mi Madre en su alumbramiento.
Pero bajo el manto del divino nada es imposible, así que si demora el equipo a cargo atendió a mi Madre, pues desde el día anterior yo estaba en que quería y no quería salir de ese vientre cálido. Así que una Cesaría puso alto a mis caprichos de permanencia en las entrañas de mi Madre. Regalándome por fecha natalicia un 25 de Diciembre de 1961.
Por esas cosas que carecen de respuestas, nací a las 8:00 de la mañana, realmente no recuerdo cuanto pese ni medí.
Pero realmente no importa, para mi lo que siempre fue peculiar, fue haber nacido el mismo día en que el mundo entero, en el idioma que sea, celebra el Nacimiento de Jesús.Lo singular de mi historia, es que así como la estrella de Belén acompaño tal acontecimiento.Puedo decir que naci bajo el signo de Capricornio, con Ascendente en Acuario y mi signo lunar en Leo. Y dicen los Astrólogos que mis regentes son Plutón y Venus. Creo que mucha mezcla para una sola persona.
De esos días no recuerdo mucho. Nací en la gracia divina el 18 de Febrero de 1962, de ese día me recuerdo algo, pues yo dormía y el Padre Gregorio Fernández puso sobre mi cabeza agua fría.
Mis padrinos fueron Manuel Simoes Díaz y Graciete Simoes. En la Iglesia Parroquial San Antonio María Claret en Los Dos Caminos, Caracas.
Crecí llena de valores y calor familiar, dónde el respeto imperaba en toda forma. Recuerdo vestirme hermosa para ir los domingos a misa, y en cada comunión me escogían de angelito, creo que por mi cabellera larga que ondeaba por el entrenzado que me hacia mi mamá. Ojos inmensos, pardos, y yo disfrutaba llevando las alas, con las manitas unidas a forma de orar.
Siempre me gustaba sentarme en los primeros asientos y recoger las limosnas, muchas veces soñé con Jesús, envuelto por una luz inmensa, y muchas veces dibujaba su rostro.
Pero no podía hacer que se pareciera al que estaba en la Iglesia. Tan sólo era diferente, lo único semejante era el pelo largo que le cubría los hombros. Por costumbres tuve dos celebraciones de comunión. La primera comunión y una posterior que le llamaban la Comunión solemne, en esa fue cuando pude comulgar.
Durante mi adolescencia siempre fui lo que me llamaban de muy santurrona, en grupos eclesiásticos. Legión de María, los grupos carismáticos, jóvenes en la Iglesia, y acompañaba a toda visita que auspiciaba el Padre José bien al retén de menores, a los ancianatos, a los barrios, a jugar con los niños.
Recuerdo ir con un grupo de estudiantes de Medicina, a ayudarles por el Valle en sus visitas los sábados, en un dispensario dónde consultaban a los enfermos. Y los niños.
Estudie mi Bachillerato en un Colegio de religiosas Claretianas, en Los Dos Caminos, El María Inmaculada.
Creo que mis creencias en Dios durante algunos años fueron enmarcadas dentro de las costumbres y temores,
Los miedos al infierno, en que el trueno sonaba pues Dios estaba bravo, en que si no hacia tal o cual cosa, Dios me castigaría.
Creo que muchos fuimos educados de esa manera.
Todas las Festividades de guardar eran respetadas en mi casa, incluso el bendecir los alimentos, se rezaba el Rosario en familia, y en Semana Santa no podíamos ir a la playa porque era pecado, así como oír radio esos días y jugar usando dados.
Costumbre muy ceñidas a reglas muy herméticas. Lo que si recuerdo desde pequeña era no gustarme besar la Cruz en Semana Santa, mi Madre me dice que siempre le sacaba las Imágenes de los Cristo a las cruces y los acostaba, curándoles las manos, y los pies.
Aún hoy para mí son muy respetadas, y creo entender mi negación a la Cruz, pues siempre vi a Jesús como el Victorioso a la Muerte, el triunfante. El que se levanto de entre los muertos y ascendió a los cielos. Nunca lo mire como al dios que culmino su historia en esa cruz en el Gólgota, como ese hombre torturado injustamente, azotado, y humillado ante la Humanidad, como un cordero ofrendado ante la maldad, Siempre lo mire como el dueño del tiempo que se hizo hombre, nos enseño, anduvo como cualquier otro mortal, dejo una enseñanza, muriendo en manos de la Humanidad exacerbada, sin compasión, dónde el orgullo y el odio quiso dominar al que se decía Hijo de Dios.
Pero su poder y su legado aún permanece vigente Hoy. Y mismo hoy la humanidad tienta descifrar el enigma de ese Hombre Nazareno, escudriñando cuanta piedra e lienzo existe para demostrar la autenticidad o no de sus obras. No en tanto sigue siendo respetado por cada una de las religiones del mundo…..